Pecar...
En la armonía eterna, pecar es disonancia;
pecar proyecta sombras en la blancura astral.
El justo es una música y un verso, una fragancia
y un cristal.
En la madeja santa de luz de los destinos,
pecar es negro nudo, tosco nudo aislador.
Pecar es una piedra tirada en los caminos
del amor. . .
Pecar es red de acero para el plumaje ingrávido;
membrana, en la pupila que quiere contemplar
el ideal; parálisis en el ensueño, ávido de volar.
¡Oh mi alma!, ya no empañes tu pura esencia ignota
no te rezagues de la bandada, que veloz
traza una gran V trémula en la, extensión remota,
¡Oh mi alma!, une al gran coro de los mundos la nota
de tu voz.
En la armonía eterna, pecar es disonancia;
pecar proyecta sombras en la blancura astral.
El justo es una música y un verso, una fragancia
y un cristal.
En la madeja santa de luz de los destinos,
pecar es negro nudo, tosco nudo aislador.
Pecar es una piedra tirada en los caminos
del amor. . .
Pecar es red de acero para el plumaje ingrávido;
membrana, en la pupila que quiere contemplar
el ideal; parálisis en el ensueño, ávido de volar.
¡Oh mi alma!, ya no empañes tu pura esencia ignota
no te rezagues de la bandada, que veloz
traza una gran V trémula en la, extensión remota,
¡Oh mi alma!, une al gran coro de los mundos la nota
de tu voz.