NiÑa epilÉptica
Golpeada
por lo imprevisto,
toda ella
es un movimiento en desbandada.
Sosténganla,
su cuerpo se ha entregado
a un delirio sin memoria.
Hervor de pecho
arrojando
saliva – espuma
de sus labios.
Pónganle
un pañuelo ente los dientes,
que no se muerda la lengua
y se ahogue
en su propia sangre.
Ahora,
apenas respira,
ha quedado como agua detenida.
Llamen a su madre
díganle:
que la angustia es interminable
cuando se alimenta
del sueño de los niños.
Golpeada
por lo imprevisto,
toda ella
es un movimiento en desbandada.
Sosténganla,
su cuerpo se ha entregado
a un delirio sin memoria.
Hervor de pecho
arrojando
saliva – espuma
de sus labios.
Pónganle
un pañuelo ente los dientes,
que no se muerda la lengua
y se ahogue
en su propia sangre.
Ahora,
apenas respira,
ha quedado como agua detenida.
Llamen a su madre
díganle:
que la angustia es interminable
cuando se alimenta
del sueño de los niños.