La del humo
Vuestra merced este año
ha tenido mil partidas
parecidas
al engaño.
Con extraña sutileza
mis deseos ha frustrado,
y ha burlado
mi simpleza.
Nuestra merced ha querido,
aburrirme, sofocarme,
y dejarme
sin sentido.
Viéndome amante sencillo,
me estrujó con arrogancia
la sustancia
del bolsillo.
Vuestra merced dice a gritos
que divido mis afanes
con afanes
infinitos.
Que es para ellos el halago
que ellos mis bienes destrozan,
que ellos gozan
y yo pago.
Si empiezo con arrebatos,
uesarced sólo me deja,
o se queja
de los flatos.
Y si le toco a las faldas,
como un tigre se revuelve,
y me vuelve
las espaldas.
Cuando vamos a paseo,
tanto amiguito se ofrece,
que parece
jubileo.
Soy en el baile estafermo,
a usted todos se abalanzan;
ellos danzan
y yo duermo.
Todos marchan de puntillas,
y os andan con secreteos,
y meneos,
y cosquillas.
Os escapáis allá dentro,
dándole el brazo a algún chusco,
y si os busco
no os encuentro.
Y pues me aburre esta fiesta,
(que sostenéis con descaro)
por lo caro
que me cuesta,
aunque de dolor estalle,
voy a salir sin reyerta
por la puerta
de la calle.
Vuestra merced este año
ha tenido mil partidas
parecidas
al engaño.
Con extraña sutileza
mis deseos ha frustrado,
y ha burlado
mi simpleza.
Nuestra merced ha querido,
aburrirme, sofocarme,
y dejarme
sin sentido.
Viéndome amante sencillo,
me estrujó con arrogancia
la sustancia
del bolsillo.
Vuestra merced dice a gritos
que divido mis afanes
con afanes
infinitos.
Que es para ellos el halago
que ellos mis bienes destrozan,
que ellos gozan
y yo pago.
Si empiezo con arrebatos,
uesarced sólo me deja,
o se queja
de los flatos.
Y si le toco a las faldas,
como un tigre se revuelve,
y me vuelve
las espaldas.
Cuando vamos a paseo,
tanto amiguito se ofrece,
que parece
jubileo.
Soy en el baile estafermo,
a usted todos se abalanzan;
ellos danzan
y yo duermo.
Todos marchan de puntillas,
y os andan con secreteos,
y meneos,
y cosquillas.
Os escapáis allá dentro,
dándole el brazo a algún chusco,
y si os busco
no os encuentro.
Y pues me aburre esta fiesta,
(que sostenéis con descaro)
por lo caro
que me cuesta,
aunque de dolor estalle,
voy a salir sin reyerta
por la puerta
de la calle.