Poemas de MANUEL JOSÉ OTHÓN

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MANUEL JOSÉ OTHÓN

MANUEL JOSE OTHON (1858-1906)
Este gran poeta Mexicano nació en San Luis Potosí, el 14 de junio de 1858.
Estudió leyes en esa misma ciudad,
Inspirado poeta descriptor de la naturaleza conscientemente
apartado de las tendencias literarias de su tiempo, la resonancia
de su magnífica producción poética -fuertemente enraizada en la
tradición de Horacio, Virgilio, Chénier, Lope, Pagaza- constituye
un hito singularísimo. dentro del conflictivo período en que
confluyen las aguas del último romanticismo y el primer
modernismo. Ni plenamente romántico ni atraído por las musas
parnasianas y simbolistas en boga, lo clásico en él es resonancia
de un temperamento, la coincidencia con un peculiar impulso creador,
como señala Anderson Imbert. Abogado de amplia preparación humanística
y cierta despreocupada bohemia, desempeñó por largo tiempo funciones
judiciales y administrativas en el norte de su país, circunstancia
que lo puso en contacto íntimo con esa naturaleza que tanto amó y
celebró. Alfonso Reyes, como siempre agudo y afectuoso, nos ha dejado
del poeta esta semblanza: "En la paz de las aldeas gustaba Ohton de
pasar la vida, donde es mas fácil salir al campo... Desvestido el
ánimo de todo sentimiento efímero, vuelve a su profundidad sustantiva,
toma alli lo esencial, lo desinteresado, que es a la vez lo superfluo
de las imágenes del mundo, y vuelca sinceramente sobre el espectáculo
de la naturaleza el tesoro de su mas hondas actividades: la religión
el deber, el gusto, el dolor de la vida. La existencia de Manuel
José Othon, por otra parte según era su descuido por las cosas
exteriores y según era su hábito de ensimismamietno y de éxtasis,
parece mas desligada aun de la realidad accesoria por aquel maravilloso
don de olvido, que le conociamos, y que ya es proverbial, a cuya merced
el poeta pasa por la tierra como un personaje de capricho, con el
despilfarro de un desdeñoso, con la torpeza de un inocente, con la
grande y dominadora sencillez de un hombre justo. Y asi, su labor
poetica, nacida de fuentes tan serenas, hija de todos los sentimientos
mas fundamentales del espíritu, Es casta y benigna, salobre como
campesina madrugadora, firme como labrador envejecido sobre la reja,
santa y profunda como un himno de Dios en el mas escondido rincón de
alguna selva.

Su obra en verso, de pareja y sobresaliente calidad, le abre,
en 1891 - con la aparición, de El Himno de los Bosques- las puertas
de la Academia de las Letras. Despues siguen los poemarios La Noche
Rustica de Walpurguis, (1897) , Poemas Rusticos, (1902), Considerada
por muchos su obra decisiva, y que tuvo magnífica acogida y en (1905)
En el Desierto, Y luego sigue Idilio Salvaje que tuvo extraordinaria
repercusión, Incluso entre sus contradictores, los poetas modernistas.
Escribió tambien cuentos, novelas cortas y obras teatrales, actividades
en las que no destacó, pese a la popularidad, que alcanzaron alguna
de estas obras.

Caracteristico de lo mejor de su poesía, es el esplendoroso
despliegue, de sensaciones y emociones en el ambito, de la realidad
natural. La naturaleza cantada por Othon, es siempre grandiosa, dinámica,
marcada por imponentes cataclismos, de una increible variedad de sonidos
y colores orquestados a modo de una sinfonía. Se ha señalado que bajo ese
torrente de imagenes y sonoridades su poesia lleva en si misma
al afinidad con el arte clasico. Y, cuando el motivo de sus versos no
es el paisaje, la influencia de los poetas del Siglo de Oro irrumpe con
fuerza. Poeta, en suma, en la mas alta acepcion de la palabra , nos
complace que la alta dignidad de su obra sirva ahora para clausurar
- al lado de poetas como Zorrilla,- el largo, a menudo farragoso pero
siempre apasionado periplo romántico,

el bosque
Bajo las frondas trémulas e inquietas que forman mi basílica sagrada, ha de escucharse la oraci... [leer completo]
el perro
No temas, mi señor: estoy alerta mientras tú de la tierra te desligas y con el sueño tu dolor mit... [leer completo]
adiós al poeta
¡Santa Naturaleza, madre mía! Me has cobijado en tu regazo inmenso y disipaste con tu soplo inte... [leer completo]
las estrellas
¿Quién dice que los hombres nos parecen, desde la soledad del firmamento, átomos agitados por el... [leer completo]
las brujas
-Todas las noches me convierto en cabra para servir a mi señor el chivo, pues, vieja ya, del hom... [leer completo]
el río
Triscad, oh linfas, con la grácil onda; gorgoritas, alzad vuestras canciones, y vosotros; parleros... [leer completo]
el ruiseñor
Oíd la campanita, cómo suena; el toque del clarín, cómo arrebata; las quejas en que el viento se... [leer completo]
el harpa
Hay, en medio del rústico boscaje un tronco retorcido y corpulento; enorme roca sírvele de asi... [leer completo]
los muertos
¡Piedad! ¡Misericordia! . . . Fueron vanos tanto soberbio afán y lucha tanta. Ay, por nosotros vue... [leer completo]
los nahuales
¡Sús, Vaquero Marcial! De nuestra boca los conjuros oirás: aunque en la brega quedaste vencedor, s... [leer completo]
el himno de los bosques
I En este sosegado apartamiento lejos de cortesanas ambiciones, ... [leer completo]
la sementera
Escucha el ruido místico y profundo con que acompaña el alma primavera esta labor enorme que se op... [leer completo]
el gallo
Hombre, descansa. De tu hogar ahuyento el nocturno terror y estoy en vela. Sombras de muerte cuyo s... [leer completo]
una estepa del nazas
¡Ni un verdecido alcor, ni una pradera! Tan sólo miro, de mi vista enfrente, la llanura sin fin, ... [leer completo]
la montaña
El encinar solloza. La hondonada que raja el monte, es una boca ingente por donde gira el brama... [leer completo]
el grillo
¿Dónde hallar, oh mortal, las alegrías que con mi canto acompañé en tú infancia? ¿Quién mide la e... [leer completo]
los fuegos fatuos
Bajo los melancólicos sauces q ue sombrean el fétido pantano y en la desolación del muerto lla... [leer completo]
las aves nocturnas
¡A infundir con el vuelo y los chirridos más horror en la noche, más negrura en los antros del mo... [leer completo]
lumen
Las sombras palidecen. Es la hora en que, fresca y gentil, la madrugada va a empaparse en el agua... [leer completo]
intermezzo
Vamos al aquelarre. En la sombría cuenca de la montaña, las inertes osamentas se animan a lo... [leer completo]
un tiro
Duda mortal del alma se apodera, al oír en la noche la lejana detonación, que turba y que pro... [leer completo]
intempesta nox
Media noche. Se inundan las montañas en la luz de la luna transparente que vaga por los valles t... [leer completo]
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