Espera
Verás, como esta noche no hay mano que tenderte
y tu fotografía no acepta mi llegada
–perdón– te sustituyo por una almohada, vida,
que abarcará tu espacio simbólico en mi cama.
Mañana cuando vuelvas, pienso desenvolverte
como un regalo tibio y entre besos, sin falta,
te sacaré la cuenta del tiempo que me adeudas
para arrancarme tantas distancias enconadas.
Verás, como esta noche no hay mano que tenderte
y tu fotografía no acepta mi llegada
–perdón– te sustituyo por una almohada, vida,
que abarcará tu espacio simbólico en mi cama.
Mañana cuando vuelvas, pienso desenvolverte
como un regalo tibio y entre besos, sin falta,
te sacaré la cuenta del tiempo que me adeudas
para arrancarme tantas distancias enconadas.