Tú filosofía...
Tú filosofa, mientras yo sueño,
cerebro mío... Filosofa mientras.
Yo, con mi adoración, donde no entras,
entraré: más que el tuyo es fiel mi empeño.
Con el farol de tu filosofía
no hallarás nunca a Dios, ¡oh mente esclava!,
sino con el amor: ¡quien más le amaba
-San Francisco de Asís- más le veía!
Cinco mil años hace, por lo menos,
que los doctos, metafisiqueando,
la explicación del ser andan buscando:
imagines vacuos, de palabras llenos!
Y mientras van, cómicamente serios
devanando su enredo silogístico,
un éxtasis le basta a cualquier místico
para sondar los más altos misterios.
El filósofo de hoy, inconsecuente,
ríe de los de ayer: ¡él solo sabe!
Y dentro de muy poco, en cuanto acabe
el divagar inútil de su mente,
otro reirá también de sus premisas
y de sus conclusiones; y así estamos
perdiendo el oro del vivir, y vamos
de las risas de ayer a nuevas risas.
Mientras que el «despreciable» iluminado,
no pierde el tiempo en discutir, ni duda:
¡ve cara a cara la Verdad desnuda,
y se funde con Dios porque le ha hallado!
Tú filosofa, mientras yo sueño,
cerebro mío... Filosofa mientras.
Yo, con mi adoración, donde no entras,
entraré: más que el tuyo es fiel mi empeño.
Con el farol de tu filosofía
no hallarás nunca a Dios, ¡oh mente esclava!,
sino con el amor: ¡quien más le amaba
-San Francisco de Asís- más le veía!
Cinco mil años hace, por lo menos,
que los doctos, metafisiqueando,
la explicación del ser andan buscando:
imagines vacuos, de palabras llenos!
Y mientras van, cómicamente serios
devanando su enredo silogístico,
un éxtasis le basta a cualquier místico
para sondar los más altos misterios.
El filósofo de hoy, inconsecuente,
ríe de los de ayer: ¡él solo sabe!
Y dentro de muy poco, en cuanto acabe
el divagar inútil de su mente,
otro reirá también de sus premisas
y de sus conclusiones; y así estamos
perdiendo el oro del vivir, y vamos
de las risas de ayer a nuevas risas.
Mientras que el «despreciable» iluminado,
no pierde el tiempo en discutir, ni duda:
¡ve cara a cara la Verdad desnuda,
y se funde con Dios porque le ha hallado!