Mi filosofía
Yo te destilo mi filosofía,
porque así la comprendas, niña mía,
con ella tus anhelos atemperes,
y, contemplando en paz la lejanía
de tu seguro edén, ames y esperes.
Cada vez que te quejas de impotencia,
cada vez que resurge tu impaciencia
por no asir el ensueño, aun lejano,
yo te predico, amor, que la existencia
nunca a los buenos les promete en vano.
Que las flores que ansías para ahora,
secretan ya su miel embriagadora,
y a su tiempo han de abrir el rojo broche;
que el bien que no llegó para la aurora,
sin duda llegará para la noche,
por el imán de tu querer traído,
y siempre será bien, y bienvenido;
pues con una opulencia milagrosa,
ha de pagarte todo lo sufrido.
La. rosa que más tarde ha florecido,
dice Aubigné que es la más bella rosa.
Yo te destilo mi filosofía,
porque así la comprendas, niña mía,
con ella tus anhelos atemperes,
y, contemplando en paz la lejanía
de tu seguro edén, ames y esperes.
Cada vez que te quejas de impotencia,
cada vez que resurge tu impaciencia
por no asir el ensueño, aun lejano,
yo te predico, amor, que la existencia
nunca a los buenos les promete en vano.
Que las flores que ansías para ahora,
secretan ya su miel embriagadora,
y a su tiempo han de abrir el rojo broche;
que el bien que no llegó para la aurora,
sin duda llegará para la noche,
por el imán de tu querer traído,
y siempre será bien, y bienvenido;
pues con una opulencia milagrosa,
ha de pagarte todo lo sufrido.
La. rosa que más tarde ha florecido,
dice Aubigné que es la más bella rosa.