Alondras
Desde los labios ingrávidos del viento
me llegan sus palabras, las líneas que dibujan
sobre el espacio azul del mediodía.
Su reguero de luz,
el abismo lejano de su vuelo.
Y yo me sé nostalgia
de su altura, azogue que recoge
su voz transfigurada, su carne de cristal,
su alma de hondo sueño.
Desde los labios ingrávidos del viento
me llegan sus palabras, las líneas que dibujan
sobre el espacio azul del mediodía.
Su reguero de luz,
el abismo lejano de su vuelo.
Y yo me sé nostalgia
de su altura, azogue que recoge
su voz transfigurada, su carne de cristal,
su alma de hondo sueño.