Mujer-mujer
Nunca serás de nido ni de rama.
Siempre serás de sol y desafío.
Inquieta y vertical como la llama,
desde la fiebre de tu pulso brama
un mar que entona la canción del rio.
Yo te admiro, mujer; tú eres la idea
que brota y se ejecuta paso a paso.
Brillantez en el plan y en la tarea,
ni cedes ante el mundo que golpea
ni derramas licor fuera del vaso.
Nunca serás de rama ni de nido.
Eres de lucha, de campana y viento.
Con tu garganta -mágico tañido-
puedes cronometrar hecha sonido
la tropa de mi sangre en movimiento.
Y he de aprender de ti, de tu sonrisa,
cuando con tu sonrisa me señalas l
la ruta recta, la razón precisa.
Porque mis versos -hojas en tu brisa-
aprenden a volar, sin tener alas.
Nunca serás de nido ni de rama.
Siempre serás de sol y desafío.
Inquieta y vertical como la llama,
desde la fiebre de tu pulso brama
un mar que entona la canción del rio.
Yo te admiro, mujer; tú eres la idea
que brota y se ejecuta paso a paso.
Brillantez en el plan y en la tarea,
ni cedes ante el mundo que golpea
ni derramas licor fuera del vaso.
Nunca serás de rama ni de nido.
Eres de lucha, de campana y viento.
Con tu garganta -mágico tañido-
puedes cronometrar hecha sonido
la tropa de mi sangre en movimiento.
Y he de aprender de ti, de tu sonrisa,
cuando con tu sonrisa me señalas l
la ruta recta, la razón precisa.
Porque mis versos -hojas en tu brisa-
aprenden a volar, sin tener alas.