No me acabes pensamiento
No me acabes pensamiento,
o ya que quieres que muera,
dame muerte menos fuerte,
que la que me das de ausencia.
Amor arquero, dios pobre,
rey, que sobre el alma reinas
ya estoy rendido y sujeto,
no gastes en mí tus flechas.
Carcelero pensamiento,
pues guardo tu prisión fiera,
del calabozo me saca,
en que me tienes de ausencia.
Y tú, esperanza, que vives,
conmigo, y con la firmeza,
no te vayas y me dejes
con dolor, tormento y pena.
Acuérdate, amor, que soy
de Amarilis, y no quieras,
que muera ausente a sus ojos,
pues quieres, por ella muera.
Sáquenme de la prisión,
y castíguenme a su puerta,
que es bien do se hace el delito,
que se ejecute la pena.
No me acabes pensamiento,
o ya que quieres que muera,
dame muerte menos fuerte,
que la que me das de ausencia.
Amor arquero, dios pobre,
rey, que sobre el alma reinas
ya estoy rendido y sujeto,
no gastes en mí tus flechas.
Carcelero pensamiento,
pues guardo tu prisión fiera,
del calabozo me saca,
en que me tienes de ausencia.
Y tú, esperanza, que vives,
conmigo, y con la firmeza,
no te vayas y me dejes
con dolor, tormento y pena.
Acuérdate, amor, que soy
de Amarilis, y no quieras,
que muera ausente a sus ojos,
pues quieres, por ella muera.
Sáquenme de la prisión,
y castíguenme a su puerta,
que es bien do se hace el delito,
que se ejecute la pena.