Copia de un célebre cuadro de m. guerin, que se conserva en parís, en la galería de luxembourg
Insta Dido otra vez, Ana presente,
al huésped frigio que en silencio adora,
a que la fuga de Sinón traidora,
y el incendio de Pérgamo la cuente.
Él, otra vez, de la enemiga gente
el falso voto y los ardides llora,
la cólera de Aquiles vengadora,
Héctor sin vida, y Hécuba doliente.
Pinta el horror de aquella última y triste
noche, y en la sidonia, alta princesa,
admiración, temor, piedad excita.
Y en tanto Amor, que a su regazo asiste,
de el dedo ebúrneo que anhelante besa,
el anillo nupcial sagaz la quita.
Insta Dido otra vez, Ana presente,
al huésped frigio que en silencio adora,
a que la fuga de Sinón traidora,
y el incendio de Pérgamo la cuente.
Él, otra vez, de la enemiga gente
el falso voto y los ardides llora,
la cólera de Aquiles vengadora,
Héctor sin vida, y Hécuba doliente.
Pinta el horror de aquella última y triste
noche, y en la sidonia, alta princesa,
admiración, temor, piedad excita.
Y en tanto Amor, que a su regazo asiste,
de el dedo ebúrneo que anhelante besa,
el anillo nupcial sagaz la quita.