Al principio tenían sus rasgos bien marcados: ojitos boquita pequeño mentón. Netos voluntariosos como si todos se sintieran ya alguien como si no hubiera roce con lo de afuera y todo perfil fuese de marfil. Crecieron un poco y la brisa tibia les destiñó algo el ceño - después se ensañó: el viento maligno les lavó los ojos los deslavazó - el rostro ya no arrostraba sino poco: tímidos, destemidos. Sus figuras aún parecían duras: el roce con el goce definitivamente los desfiguró. |
Borrados - Poemas de AMÉRICO FERRARI
Poemas » americo ferrari » borrados
Borrados