Poemas de ANDRÉS ELOY BLANCO

Poemas » andres eloy blanco

ANDRÉS ELOY BLANCO
Andrés Eloy Blanco (1896-1955). Poeta, cuentista, dramaturgo, periodista, biógrafo, orador y ensayista venezolano, nació en Cumaná, Sucre, y murió en Ciudad de México. Sus primeros poemas, “El solitario de Santa Ana” y “Walkyria”, aparecieron en 1911 en El Universal de Caracas. Hizo la carrera de Derecho entre 1914 y 1919 en la Universidad Central de Venezuela. En ese periodo participó en manifestaciones estudiantiles que lo llevaron varias veces a la cárcel. Opositor a la dictadura de Juan Vicente Gómez, estuvo en prisión desde 1928 hasta 1934 y en ella escribió varias de sus obras. Fundó el partido Acción Democrática y en 1948 ocupó el cargo de ministro de Relaciones Exteriores durante la fugaz presidencia del escritor Rómulo Gallegos Freire. En noviembre de ese mismo año tuvo que exiliarse en Cuba y, finalmente, en México.

Destacó en la poesía, apartándose en buena medida de las concepciones de sus contemporáneos, los miembros de la generación de 1918 (véase Literatura venezolana), casi todos ellos poetas intimistas. Blanco, en cambio, supo transitar desde el modernismo (un poema suyo es un homenaje a Rubén Darío) hacia las formas de la poesía popular: coplas, corridos, décimas, romances. Recurrió asimismo al humor, lo que también explica la gran popularidad que obtuvieron sus versos. Seguramente esa popularidad sólo puede compararse a la que tuvo Abigaíl Lozano (1821-1866) durante el siglo XIX, Andrés Mata (1870-1931) a principios del XX, Aquiles Nazoa (1920-1976) a partir de la década de 1950 o Víctor Valera Mora (1935-1984) en los últimos tiempos.

Su obra poética incluye poemarios como Tierras que me oyeron (1921); Poda (1921-1928, publicado en 1934), que, integrado por poemas de tono romántico que su autor calificaba de “énfasis”, incluye el “Canto a España”, primer premio del Concurso Hispanoamericano de Poesía convocado por la Real Academia Española, 1923; Barco de piedra (1928-1932, publicado en 1937); Baedeker 2000 (1929-1932, publicado en 1938), libro que lo vincula con la estética futurista; Malvina recobrada (1931), de poemas en prosa; La Juambimbada (1941-1944, publicado en México después de su muerte); Reloj de piedra (1943-1945); Giraluna (1955, también publicado póstumamente). En su obra poética se descubre un registro muy amplio, que abarca lo personal, como en “El alma inquieta”; lo geográfico y lo telúrico, en “El río de las siete estrellas”; la herencia de la tradición, en “El limonero del Señor”; los juegos del humor, en “El conejo blanco” o en “El gato verde”; la influencia del romancero, como en “La loca luz Caraballo”; el amor filial, en el poema “A un año de tu luz”, escrito en 1950, un año después de la muerte de su madre; su sensibilidad frente a la población de origen africano, en “Píntame angelitos negros”; y hasta su propio testamento poético, en “Canto a los hijos”.

Como cuentista, destaca el libro La aeroplana clueca (1921-1928, publicado en 1935). En uno de sus cuentos más valorados, “La gloria de Mamporal”, criticó las famas pueblerinas. Como dramaturgo, escribió El Cristo de las violetas (1925); El pie de la Virgen (1937); Abigaíl (1937), de resonancias bíblicas; Los muertos las prefieren negras (1950); y El árbol de la noche alegre (1950). Como periodista fue uno de los más afamados columnistas de la prensa venezolana. Como biógrafo, se ocupó del presidente de la República, José María Vargas, en Vargas, albacea de la angustia (1947). Como ensayista político, se destacó especialmente en su Navegación de altura (1941) y Reloj de arena (título de la columna publicada en el periódico El Nacional a partir de 1943). Como orador político y literario, cautivó a las multitudes venezolanas de las décadas de 1930 y 1940. Y lo siguió haciendo hasta su muerte en el exilio. De hecho, su última intervención pública, pocas horas antes de morir, fue un discurso en el cual exhortó a lo mejor del espíritu venezolano a seguir viviendo.



canto de los hijos en marcha
Madre, si me matan, que no venga el hombre de las sillas negras; que no vengan todos a pas... [leer completo]
el mono
Desde el árbol más alto, donde se toca el cielo, colgado de la cola al pico de una estrella, con la... [leer completo]
el caimÁn
Es el Capitán del Río; viejo zorro dormilón, viejo Neptuno, con ese dolor de eternidad de ... [leer completo]
el rÍo de las siete estrellas
(Canto al Orinoco) Una Pumé, la Hija de un Cacique Ya... [leer completo]
las garzas
¿Es una nube? ¿Es un punto vacío en el azul...? No. amigo mío, en un bando de garzas... Son... [leer completo]
palabreo de la loca luz caraballo
Los deditos de tus manos, los deditos de tus pies; uno, dos, tres, cuatro, cinco seis, siet... [leer completo]
orinoco
La prueba, oh mi fuerte Orinoco, te filtró toda el agua. Tú mismo, desord... [leer completo]
angostura
En Angostura, el río se hace delgado y profundo como un secreto, tiene la intensidad d... [leer completo]
casiquiare
Ciudadano venezolano, Casiquiare es la mano abierta del Orinoco y el Orinoco es el alma de ... [leer completo]
invocaciÓn al dios de las aguas
Dios submarino, Dios lacustre, Dios fluvial, uno en el tritón y en la garza y en la dulce... [leer completo]
evocaciÓn indÍgena
Subiendo hacia San Félix, donde el río enseña dos dientes, donde el río enseña, bien cerrados, ... [leer completo]
coro de las provincias
Violento de armonía, en el tono de la resaca, llega el coro de las siete provincias, siete r... [leer completo]
la barca del pasado
Y ahora, vuelvo los ojos hacia la síntesis del Canto, hacia la barca del Pretér... [leer completo]
la parima y las fuentes
La Parima es el sueño faraónico y la piedra de Moisés, el panal negro de la Hermana, ... [leer completo]
el caribe
La diezmillonésima parte de un tiburón multiplicada diez millones de veces. El Caribe es la... [leer completo]
los tributarios
Siete caballos, como traílla, sin rienda ni silla, por siete caminos vienen en trope... [leer completo]
la raya
Alacrán de orilla. comadre de orillera, oculta, como una mala intención, enc... [leer completo]
el temblador
Bólido entre dos aguas, gota de tempestad, gato de agua -el alma de algún gato hundido- o más bie... [leer completo]
la barca futura
Río de las Siete Estrellas, camino del Libertador, sangre del Corazón d... [leer completo]
el boa
La cola en el árbol, la boca en el río, es todo un cauce: entra al Orinoco la cascada viva, el... [leer completo]
Continúe en Poemas de ANÓNIMO »»»

Esta es la página 1 de un total de 1    

Sobre esta web
Esta web ha sido creada gracias a la colaboración de amigos que nos han ofrecido sus poemas y selecciones.
Poesia
- Poemas - Contáctenos - Privacidad -
© 2006-2023 PoetasPoemas.com - Poesía hispanoamericana y traducciones al español.