Viii (ceremonia)
A veces se me inclina
de tanta primavera el corazón,
del mucho bregar
a todo pétalo.
Y se me cansa
la noche
sobre el hombro.
Y tristo
y me acuesto así
gorrión callado,
tembloso
y sueño contigo
–sólo sueño contigo, amor–
y amanezco
florecido.
A veces se me inclina
de tanta primavera el corazón,
del mucho bregar
a todo pétalo.
Y se me cansa
la noche
sobre el hombro.
Y tristo
y me acuesto así
gorrión callado,
tembloso
y sueño contigo
–sólo sueño contigo, amor–
y amanezco
florecido.