Mi afecto...
Mi afecto, Amor, me acometió con brío,
mas no pudo rendirme a tu obediencia,
ni la exterior beldad que con violencia
dio el mismo asalto al pensamiento mío;
hasta que con más noble poderío
allanó la razón mi resistencia,
y por su autoridad y en su presencia
juró tu servidumbre mi albedrío.
Mas aunque la prisión que arrastro suena,
y sabe Cintia bien que adoro el peso,
no la oye, o no la admite, o la aborrece.
Suple o adorna tú el valor del preso,
pues su elección ya sierva no merece
que Cintia quiera asir de la cadena.
Mi afecto, Amor, me acometió con brío,
mas no pudo rendirme a tu obediencia,
ni la exterior beldad que con violencia
dio el mismo asalto al pensamiento mío;
hasta que con más noble poderío
allanó la razón mi resistencia,
y por su autoridad y en su presencia
juró tu servidumbre mi albedrío.
Mas aunque la prisión que arrastro suena,
y sabe Cintia bien que adoro el peso,
no la oye, o no la admite, o la aborrece.
Suple o adorna tú el valor del preso,
pues su elección ya sierva no merece
que Cintia quiera asir de la cadena.