A federico garcía lorca
Murió de pie, de pie, definitivo.
Sobre el muro vaciáronse sus venas.
En sus huesos hundieron las avenas
Sus raíces y el grano genitivo.
De su garganta de andaluz olivo
Insurgía la España sin cadenas.
Se daba al pueblo abierto y sensitivo.
Su simiente perenne se conserva
En el verdor del musgo, de la yerba,
El jazminero y el olivo viejo.
Cegaron el temblor de sus retinas.
Lloró el viento, el trigo, las encinas.
Murió también de España con Vallejo.
Murió de pie, de pie, definitivo.
Sobre el muro vaciáronse sus venas.
En sus huesos hundieron las avenas
Sus raíces y el grano genitivo.
De su garganta de andaluz olivo
Insurgía la España sin cadenas.
Se daba al pueblo abierto y sensitivo.
Su simiente perenne se conserva
En el verdor del musgo, de la yerba,
El jazminero y el olivo viejo.
Cegaron el temblor de sus retinas.
Lloró el viento, el trigo, las encinas.
Murió también de España con Vallejo.