Lenta llega la noche
Lenta llega la noche.
Se demora también el corazón
en estos árboles.
Y tú sigues ahí,
transparente y dichosa,
bajo el dintel callado del crepúsculo.
Con una vara
de blancas azucenas
temblándote en las manos.
Lenta llega la noche.
Se demora también el corazón
en estos árboles.
Y tú sigues ahí,
transparente y dichosa,
bajo el dintel callado del crepúsculo.
Con una vara
de blancas azucenas
temblándote en las manos.