El vuelo
Una mañana te miré de frente sin estar de puntillas
Pude alcanzar la estrella y no quemaba…
Ya no te vi tan grande, ni tan fuerte,
Y saqué del arcón mis propias alas,
Llegué a lo alto del viejo barrilete
Hasta alcanzar las nubes con las manos.
Nuevas voces llegaron a mi oído
Y entonces me di cuenta: éramos dos extraños,
No habábamos el mismo viejo idioma,
Nos sonaba distinto el canto de los pájaros.
Dejamos de escondernos en la hierba
Al perderse mi voz en nuevas páginas.
Y descubrí una noche el cántaro de luna
Desbordándose quedo sobre el agua.
Desde entonces al alcance de mis dedos
Estabas y no estabas…
Éramos habitantes de mundos paralelos:
Tú en tu jardín silencios cultivabas,
Yo inventaba mis propias soledades
En un huerto sembrado de esperanzas,
Sin tocarnos la punta de los dedos
Ni rozarnos las alas.
Una mañana te miré de frente sin estar de puntillas
Pude alcanzar la estrella y no quemaba…
Ya no te vi tan grande, ni tan fuerte,
Y saqué del arcón mis propias alas,
Llegué a lo alto del viejo barrilete
Hasta alcanzar las nubes con las manos.
Nuevas voces llegaron a mi oído
Y entonces me di cuenta: éramos dos extraños,
No habábamos el mismo viejo idioma,
Nos sonaba distinto el canto de los pájaros.
Dejamos de escondernos en la hierba
Al perderse mi voz en nuevas páginas.
Y descubrí una noche el cántaro de luna
Desbordándose quedo sobre el agua.
Desde entonces al alcance de mis dedos
Estabas y no estabas…
Éramos habitantes de mundos paralelos:
Tú en tu jardín silencios cultivabas,
Yo inventaba mis propias soledades
En un huerto sembrado de esperanzas,
Sin tocarnos la punta de los dedos
Ni rozarnos las alas.