A la ligereza y pérdida del tiempo
¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!
¡Oh, cómo te me ausentas, tiempo vano!
¡Ay, de mi bien y de mi ser tirano,
cómo tu altivo brazo voy sintiendo!
Detenerte pensé, pasaste huyendo;
seguíte, y ausentástete liviano;
gastéte a ti en buscarte, ¡oh inhumano!
mientras más te busqué, te fui perdiendo.
Ya conozco tu furia, ya, humillado,
de tu guadaña pueblo los despojos;
¡oh amargo desengaño no admitido!
Ciego viví, y al fin desengañado,
hecho Argos de mi mal, con tristes ojos
huir te veo, y veo te he perdido.
¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!
¡Oh, cómo te me ausentas, tiempo vano!
¡Ay, de mi bien y de mi ser tirano,
cómo tu altivo brazo voy sintiendo!
Detenerte pensé, pasaste huyendo;
seguíte, y ausentástete liviano;
gastéte a ti en buscarte, ¡oh inhumano!
mientras más te busqué, te fui perdiendo.
Ya conozco tu furia, ya, humillado,
de tu guadaña pueblo los despojos;
¡oh amargo desengaño no admitido!
Ciego viví, y al fin desengañado,
hecho Argos de mi mal, con tristes ojos
huir te veo, y veo te he perdido.