Carta
Para envolverte
con los silencios
de las palabras
que no te dije;
para olvidarme
de los recuerdos
que de ti tengo,
y descubrirte.
Para encontrarte,
con dedos limpios,
sobre el papel,
bajo la pluma,
y recorrerte,
y acariciarte
de otra manera,
para sentirte.
Para perderme
de noche y día
por tus imágenes,
para soñarte;
para escucharte,
para mirarte,
para apreciarte,
para vivirte.
Para intuirte,
con otras brújulas,
cuando te acercas
sin hacer ruido;
para esculpirte
sobre el presente,
o moldearte
con fuego y nieve.
Para llevarte
en mi bolsillo
a todas horas
y en cada sitio,
y conservarte
tierna y afable,
ágil, rebelde,
frágil y fuerte.
Para enviarte
hacia la dicha
hecha de cuentos
y de poesías;
para abrazarte
con otra piel
y en otro tiempo
y en otra parte.
Para expresarte
lo que me expresas,
sin darte cuenta,
con tu presencia;
para decirte
lo que no pude,
lo que no supe:
para escribirte.
Para envolverte
con los silencios
de las palabras
que no te dije;
para olvidarme
de los recuerdos
que de ti tengo,
y descubrirte.
Para encontrarte,
con dedos limpios,
sobre el papel,
bajo la pluma,
y recorrerte,
y acariciarte
de otra manera,
para sentirte.
Para perderme
de noche y día
por tus imágenes,
para soñarte;
para escucharte,
para mirarte,
para apreciarte,
para vivirte.
Para intuirte,
con otras brújulas,
cuando te acercas
sin hacer ruido;
para esculpirte
sobre el presente,
o moldearte
con fuego y nieve.
Para llevarte
en mi bolsillo
a todas horas
y en cada sitio,
y conservarte
tierna y afable,
ágil, rebelde,
frágil y fuerte.
Para enviarte
hacia la dicha
hecha de cuentos
y de poesías;
para abrazarte
con otra piel
y en otro tiempo
y en otra parte.
Para expresarte
lo que me expresas,
sin darte cuenta,
con tu presencia;
para decirte
lo que no pude,
lo que no supe:
para escribirte.