Teatro
Noche.
Crujir de maderas viejas
del escenario apagado:
artritis de bastidores.
Decorado
De parís ochocentista.
Un café con cuatro mesas
y diez sillas.
Cansado de vacío en sus butacas
el teatro se muere.
Candilejas aburridas
de iluminar farsas, duermen.
En rincones
programas de viejas glorias
que han pasado a mejor vida
para cumplir con la historia.
Lengua pesada de mugre,
remendado,
el telón cuelga
lamiendo el ancho escenario.
Luz encendida a lo lejos
casi al final de un destino.
En un sucio camerino
solloza un cómico viejo.
Noche.
Crujir de maderas viejas
del escenario apagado:
artritis de bastidores.
Decorado
De parís ochocentista.
Un café con cuatro mesas
y diez sillas.
Cansado de vacío en sus butacas
el teatro se muere.
Candilejas aburridas
de iluminar farsas, duermen.
En rincones
programas de viejas glorias
que han pasado a mejor vida
para cumplir con la historia.
Lengua pesada de mugre,
remendado,
el telón cuelga
lamiendo el ancho escenario.
Luz encendida a lo lejos
casi al final de un destino.
En un sucio camerino
solloza un cómico viejo.