Mi diálogo con dios sobre la estrella
La lucha por la estrella es vigorosa.
–¡Procuraré llegar mucho más alto!
–Reposa, hombre; reposa,
que el mundo no se deja atrás de un salto.
(La estrella sigue lejos).
–Tal vez no es tu destino el alcanzarla.
(¡Qué vívidos reflejos!)
–¿Y si me esfuerzo más para tocarla?
–¿Y si la contaminas?
¿No hay estrella en tu mano y mano en ella?
Tus manos son divinas,
pero ¡nunca me ensucies una estrella!
La lucha por la estrella es vigorosa.
–¡Procuraré llegar mucho más alto!
–Reposa, hombre; reposa,
que el mundo no se deja atrás de un salto.
(La estrella sigue lejos).
–Tal vez no es tu destino el alcanzarla.
(¡Qué vívidos reflejos!)
–¿Y si me esfuerzo más para tocarla?
–¿Y si la contaminas?
¿No hay estrella en tu mano y mano en ella?
Tus manos son divinas,
pero ¡nunca me ensucies una estrella!