Juramentos
Ante el mar
pronuncié mi juramento:
no volver a envidiar
de nuevo al viento
a pesar
de mis ansias de volar.
Ante el viento
–y rebelde a la corriente–
me propuse buscar mi propia fuente
y de espaldas me puse a navegar.
Al llegar a la fuente,
salté a tierra
y sentí que mi vida era una guerra
contra mi loco afán de averiguar.
Y me lancé de nuevo a la corriente,
volví a envidiar al viento y de repente,
me encontré nuevamente
frente al mar.
Y entre sumas y restas del olvido
volví a jurar lo mismo arrepentido
–todo es un juramento frente al mar–.
Y hoy ya no sé si estoy saltando a tierra,
si le he jurado al viento en paz,
si hay guerra
o si todo en la vida es navegar.
Ante el mar
pronuncié mi juramento:
no volver a envidiar
de nuevo al viento
a pesar
de mis ansias de volar.
Ante el viento
–y rebelde a la corriente–
me propuse buscar mi propia fuente
y de espaldas me puse a navegar.
Al llegar a la fuente,
salté a tierra
y sentí que mi vida era una guerra
contra mi loco afán de averiguar.
Y me lancé de nuevo a la corriente,
volví a envidiar al viento y de repente,
me encontré nuevamente
frente al mar.
Y entre sumas y restas del olvido
volví a jurar lo mismo arrepentido
–todo es un juramento frente al mar–.
Y hoy ya no sé si estoy saltando a tierra,
si le he jurado al viento en paz,
si hay guerra
o si todo en la vida es navegar.