Puma estrellado
En noches de oscuridad cerrada,
esta variedad de puma salvaje se ilumina como un firmamento de estrellas diminutas,
límpidas como alfileres.
Su piel es un trozo de cielo, y en ella, como en todos los cielos,
es posible leer astros, planetas, cometas, galaxias, la Vía Láctea en todo su esplendor.
Mas también, como en todos los cielos, es posible leer a su través,
más allá del firmamento, en las regiones inéditas donde el vacío es rey,
donde el silencio gobierna entre frío y polvo estéril,
donde –intruso en una tierra que desconoce– no hay lugar para el hombre y sus leyes.
En noches de oscuridad cerrada,
esta variedad de puma salvaje se ilumina como un firmamento de estrellas diminutas,
límpidas como alfileres.
Su piel es un trozo de cielo, y en ella, como en todos los cielos,
es posible leer astros, planetas, cometas, galaxias, la Vía Láctea en todo su esplendor.
Mas también, como en todos los cielos, es posible leer a su través,
más allá del firmamento, en las regiones inéditas donde el vacío es rey,
donde el silencio gobierna entre frío y polvo estéril,
donde –intruso en una tierra que desconoce– no hay lugar para el hombre y sus leyes.