Llamada
Con demenciales dedos y terquedad molesta...
¿Quién golpea mi puerta, en esta hora sombría?
Mi inspiración ahora se encuentra manifiesta;
debo escribir 'dictados' que me reporta el día.
-¿Es la costumbre ahora no abrir a los viajeros
que llegan fatigados de andar por los caminos?
Debes darnos albergue, no somos extranjeros,
venimos de tu pueblo, ayer fuimos vecinos-.
Señores míos… no puedo brindarles hospedaje,
importantes trabajos hoy tengo como amigos.
Es otra luz, y es otro el notable paisaje
que perciben mis ojos al abrir sus postigos.
-¡Abre! ¡Loco de atar! ¡Morador del infierno!
Deja la esquizofrenia que obstruye tu sentido.
No puedes continuar con ese desgobierno;
¡Profeta oscurantista! ¡Asceta retraído!-
La casta ave de luz está bregando ahora...
con afiladas uñas el universo escarba.
El Creador le acompaña en esta nueva aurora;
con fatigados ojos y encanecida la barba.
-¡Misántropo chiflado! ¡Excéntrico aburrido!
No tienes rudimentos de noble cortesía,
quédate ahí insensible, solitario, perdido;
escribiendo 'dictados' que te reporta el día-.
¡Váyanse lejos, lejos! No quiero oír los ruidos
familiares de antes, en esta quieta casa.
No quiero ver inanes candelabros caídos
conflagrar el espacio... que otra llama hoy abrasa.
-Quédate con la fuerza de tu expresión judáica,
renuncia a todo lazo de altruista sentimiento;
Da tu pan cuaresmal a la mente prosaica
que algún valor perciba en tu innoble talento-.
Eso haré, con premura... incoloros transeúntes.
Dejen de molestar con su ruido de grillos;
debo ir a reforzar los grandes descoyuntes
que en mis planes abrieron vuestros gritos sencillos.
Lleven la ordinariez, de sus charlas triviales,
a casas, donde espero, sea mejor recibida.
La quietud y el espacio hoy son elementales
para grandes tareas que me ordena la vida.
Sigan por el camino desprovisto de gloria,
váyanse a departir con gente como ustedes.
Esfumen esta puerta de su terca memoria
y que Dios salvaguarde vuestras rudas mercedes.
Con demenciales dedos y terquedad molesta...
¿Quién golpea mi puerta, en esta hora sombría?
Mi inspiración ahora se encuentra manifiesta;
debo escribir 'dictados' que me reporta el día.
-¿Es la costumbre ahora no abrir a los viajeros
que llegan fatigados de andar por los caminos?
Debes darnos albergue, no somos extranjeros,
venimos de tu pueblo, ayer fuimos vecinos-.
Señores míos… no puedo brindarles hospedaje,
importantes trabajos hoy tengo como amigos.
Es otra luz, y es otro el notable paisaje
que perciben mis ojos al abrir sus postigos.
-¡Abre! ¡Loco de atar! ¡Morador del infierno!
Deja la esquizofrenia que obstruye tu sentido.
No puedes continuar con ese desgobierno;
¡Profeta oscurantista! ¡Asceta retraído!-
La casta ave de luz está bregando ahora...
con afiladas uñas el universo escarba.
El Creador le acompaña en esta nueva aurora;
con fatigados ojos y encanecida la barba.
-¡Misántropo chiflado! ¡Excéntrico aburrido!
No tienes rudimentos de noble cortesía,
quédate ahí insensible, solitario, perdido;
escribiendo 'dictados' que te reporta el día-.
¡Váyanse lejos, lejos! No quiero oír los ruidos
familiares de antes, en esta quieta casa.
No quiero ver inanes candelabros caídos
conflagrar el espacio... que otra llama hoy abrasa.
-Quédate con la fuerza de tu expresión judáica,
renuncia a todo lazo de altruista sentimiento;
Da tu pan cuaresmal a la mente prosaica
que algún valor perciba en tu innoble talento-.
Eso haré, con premura... incoloros transeúntes.
Dejen de molestar con su ruido de grillos;
debo ir a reforzar los grandes descoyuntes
que en mis planes abrieron vuestros gritos sencillos.
Lleven la ordinariez, de sus charlas triviales,
a casas, donde espero, sea mejor recibida.
La quietud y el espacio hoy son elementales
para grandes tareas que me ordena la vida.
Sigan por el camino desprovisto de gloria,
váyanse a departir con gente como ustedes.
Esfumen esta puerta de su terca memoria
y que Dios salvaguarde vuestras rudas mercedes.