Geodesia
Todo me hizo solitario
como al Rey de los Miedos,
como al autor de la prosa que resbala
sobre líneas geodésicas
para caer desde las faldas de los globos
hasta la tierra.
Me quedé solitario
en mi casa de verbos.
Solitario;
como aquellos búhos de mi pueblo
que lanzaban por sus ojos
rayos de luz fosforescente.
¡Últimas muestras de su vida antigua
en este gran hervor de desaliento!
Nadie tiene un mañana.
Nada tiene un mañana;
ni siquiera el hermosísmo poema
que le escribí a Nazaria.
Tengo un pánico nuevo
que no saben curar los religiosos,
ni saben atender
mis amigos de lejos.
En días como este, me pesa el estar solo
y lejos de mi reino.
Ya no ondean frente a mí
las banderas de flores,
ni banderas de voces
jóvenes, de otro tiempo.
Todo me hizo solitario
como al Rey de los Miedos,
como al autor de la prosa que resbala
sobre líneas geodésicas
para caer desde las faldas de los globos
hasta la tierra.
Me quedé solitario
en mi casa de verbos.
Solitario;
como aquellos búhos de mi pueblo
que lanzaban por sus ojos
rayos de luz fosforescente.
¡Últimas muestras de su vida antigua
en este gran hervor de desaliento!
Nadie tiene un mañana.
Nada tiene un mañana;
ni siquiera el hermosísmo poema
que le escribí a Nazaria.
Tengo un pánico nuevo
que no saben curar los religiosos,
ni saben atender
mis amigos de lejos.
En días como este, me pesa el estar solo
y lejos de mi reino.
Ya no ondean frente a mí
las banderas de flores,
ni banderas de voces
jóvenes, de otro tiempo.