Solo, y callado, y triste, y pensatiuo
Solo, y callado, y triste, y pensatiuo,
huyo la gente, con los ojos llenos
de dolor y de llanto, los serenos
ojos huyendo que me tienen viuo.
Allá queda mi espíritu cautiuo
penando su passión; y ellos, agenos
de su primero amor, los bellos senos
humedecen, llorando su hado esquiuo.
Yo, que aguardé la luz de su belleza,
dentro del alma lleua el golpe fiero,
y allí me sigue donde voy su ira.
Gra[n] bie[n] quito a mis ojos; y el primero,
por quien llora mi alma su dureza,
es ver la pena que en su rostro mira.
Solo, y callado, y triste, y pensatiuo,
huyo la gente, con los ojos llenos
de dolor y de llanto, los serenos
ojos huyendo que me tienen viuo.
Allá queda mi espíritu cautiuo
penando su passión; y ellos, agenos
de su primero amor, los bellos senos
humedecen, llorando su hado esquiuo.
Yo, que aguardé la luz de su belleza,
dentro del alma lleua el golpe fiero,
y allí me sigue donde voy su ira.
Gra[n] bie[n] quito a mis ojos; y el primero,
por quien llora mi alma su dureza,
es ver la pena que en su rostro mira.