La luna, de dÍa
La luna evanescente
se asoma al terso azul. Dios, al pasar,
en el glorioso día transparente
bendijo desde el cielo tierra y mar,
y en el sereno ambiente
ha dejado una huella dactilar.
La luna evanescente
se asoma al terso azul. Dios, al pasar,
en el glorioso día transparente
bendijo desde el cielo tierra y mar,
y en el sereno ambiente
ha dejado una huella dactilar.