Carnegiella strigata
De un verde color verde la cresta y las aletas.
Desde el primer momento que llegó a la pecera
él eligió su espacio, solemne y aquietado.
Me gustaba mirarlo debajo de las rocas,
y lo mismo que un duende, precavido y astuto,
trepar por los corales, descorrer las cortinas,
mirar los cascos viejos de los barcos antiguos
que caminan de noche por encima del agua,
y hundirse, pensativo, debajo de las olas..
De un verde color verde la cresta y las aletas.
Desde el primer momento que llegó a la pecera
él eligió su espacio, solemne y aquietado.
Me gustaba mirarlo debajo de las rocas,
y lo mismo que un duende, precavido y astuto,
trepar por los corales, descorrer las cortinas,
mirar los cascos viejos de los barcos antiguos
que caminan de noche por encima del agua,
y hundirse, pensativo, debajo de las olas..