Claudia Lars pertenece a la estirpe de las grandes poetas de nuestra América. A esa lírica femenina (no por feminista, sino hecha por mujeres plenas) que sacó a la poesía latinoamericana de su postración mojigata, fruto de la sensiblería ochocentista; cantaron al amor con giros eróticos estupendos, con limpia inocencia invocaron la fertilidad de su cuerpo, su fecundación, el goce de vivir, madres que esperaban un mañana alegre para sus hijos: materna pasión que las convertía en tierra que esperaba la semilla de una nueva vida. Estas mujeres poetas son: Juana de Ibarborou (uruguaya), Alfonsina Storni (argentina), Delmira Agustini (uruguaya) y la chilena Gabriela Mistral (premio Nobel de Literatura, 1945). Gabriela en Chile, como Claudia en nuestro país, no han tenido -entre las mujeres- quienes las acompañen plenamente en la búsqueda del espíritu poético de nuestras gentes, lo esencial de estos países. No tienen continuidad en otras voces femeninas. Claudia Lars escribe una poesía transparente, sin que deje de ser profunda; a veces su maestría formal la gana y olvidamos su mensaje, pero en cada poema suyo se encuentra a un poeta manifestando vivencias, abriendo caminos antes inéditos para nuestra sensibilidad, comunicando un estado de gracia nunca antes de ella ni después encontrado en la poesía escrita por mujeres en El Salvador.
Algunas de sus obras son:
Estrellas en el Pozo, (1934). Romances de Norte y Sur, (1946). Donde Llegan los pasos, (1953). Fábula de una Verdad, (1959). Tierra de Infancia, (1959). El Día de la Cruz Presencia en el Tiempo, (1960). Girasol, (1961). Sobre el Angel y el Hombre, (1962). Del fino Amanecer, (1964). Nuestro Pulsante Mundo (apuntes sobre una nueva edad), (1969). Poesía Ultima, (1972).
dibujo del regreso
Para Alberto Velásquez Alza la dulce muerta su carne soterrada en verdes que se extienden del suelo...[leer completo]
Para Alberto Velásquez Alza la dulce muerta su carne soterrada en verdes que se extienden del suelo...
hermanos
Peso del aire, vuelo de la tierra en opuesta verdad y simbolismo; doble color del cielo y del abismo...[leer completo]
Peso del aire, vuelo de la tierra en opuesta verdad y simbolismo; doble color del cielo y del abismo...
dibujo de la fuga (ii)
Su puerta -arco de almíbar y de sal menuda- abre el tiempo de blusas uniformes debajo del almendro y...[leer completo]
Su puerta -arco de almíbar y de sal menuda- abre el tiempo de blusas uniformes debajo del almendro y...
cancion que te hizo dormir
La noche del mundo: ¡qué largos cabellos!... Los suelta en la torre, la torre del viento. ...[leer completo]
La noche del mundo: ¡qué largos cabellos!... Los suelta en la torre, la torre del viento. ...
cartas escritas cuando crece la noche (viii)
El tiempo...¿Qué es el tiempo?... Para mí no ha pasado desde aquellas noches de lunas amarillas, cua...[leer completo]
El tiempo...¿Qué es el tiempo?... Para mí no ha pasado desde aquellas noches de lunas amarillas, cua...
cartas escritas cuando crece la noche (v)
Si en la hora más quemante de mi vida yo hubiera encendido, por lo menos, la orilla de tu corbata......[leer completo]
Si en la hora más quemante de mi vida yo hubiera encendido, por lo menos, la orilla de tu corbata......
a sor juana inés de la cruz
I ¿Quién soltó de tu pecho la impaciente paloma musical que en fuego sube? ¿Quién puso en los crista...[leer completo]
I ¿Quién soltó de tu pecho la impaciente paloma musical que en fuego sube? ¿Quién puso en los crista...
dibujo de la fuga (i)
Nunca se ha visto un blanco, un encarnado, tan amorosos como el lindo verde. Andrew M...[leer completo]
Nunca se ha visto un blanco, un encarnado, tan amorosos como el lindo verde. Andrew M...
sonetos del arcángel (v)
Nada puede igualarte... ni la estrella que es ojo y brasa, joya y flor deseada; ni la flor -ala tími...[leer completo]
Nada puede igualarte... ni la estrella que es ojo y brasa, joya y flor deseada; ni la flor -ala tími...
dibujo de la fuga (vi)
Este color de liquen y de algas; este origen de mar, que nadie advierte; este canto de grutas sumerg...[leer completo]
Este color de liquen y de algas; este origen de mar, que nadie advierte; este canto de grutas sumerg...
sobre el ángel y el hombre (ii)
Ángel enamorado de la doliente casa de los hombres; criatura sin pecado que dejas, olvidado, el nomb...[leer completo]
Ángel enamorado de la doliente casa de los hombres; criatura sin pecado que dejas, olvidado, el nomb...
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