LecciÓn de historia natural
Brotan ansiosas las semillas debajo de la tierra
y su ansiedad la siento palpitando en mis lentas pisadas.
Brotan ansiosas las semillas en medio del invierno,
cuando ya me parece que los besos anuncian la muerte
y parece un absurdo que mañana vuelvan a nacer rosas
si ahora el aire se llena de niebla y nos cansa la vista,
si ahora todos los hombres se refugian a esperar en sus casas
que la noche nos duerma para siempre y nos despierte a todos
en un día tan vasto donde ya nadie nazca ni muera.
Brotan ansiosas las mujeres en sus jóvenes cuerpos
y en sus ojos se abren esas rosas que un día fueron nuestras,
y en sus pechos va latiendo la vida que darán a este mundo
cuando todos sentimos que este mundo ya ha vivido bastante.
Pasan delante de mi puerta dos novios que se ríen
y su risa va dejando en el aire un olor misterioso
y ese olor me recuerda los veranos en que yo me reía
cada vez que mi novia aseguraba que éramos eternos.
Vuelven las olas a la playa con impulso creciente
y se van con más prisa que nunca a donde no se sabe;
brilla la espuma temblorosa del sol del mediodía
cuando todos sentimos que es muy tarde y la playa está
/oscura.
Y no sé por qué todos no lloran en esta hora tan triste
y me asombro de ver tantos rostros mirando con ansia el futuro
y me asombra que todos, tal vez, no sintamos lo mismo.
Me pregunto si todos acaso no cargamos el peso del tiempo,
si es posible que mientras morimos aún broten con ansia
/semillas,
y rosas, mujeres, amores y olas aún sigan naciendo.
Brotan ansiosas las semillas debajo de la tierra
y su ansiedad la siento palpitando en mis lentas pisadas.
Brotan ansiosas las semillas en medio del invierno,
cuando ya me parece que los besos anuncian la muerte
y parece un absurdo que mañana vuelvan a nacer rosas
si ahora el aire se llena de niebla y nos cansa la vista,
si ahora todos los hombres se refugian a esperar en sus casas
que la noche nos duerma para siempre y nos despierte a todos
en un día tan vasto donde ya nadie nazca ni muera.
Brotan ansiosas las mujeres en sus jóvenes cuerpos
y en sus ojos se abren esas rosas que un día fueron nuestras,
y en sus pechos va latiendo la vida que darán a este mundo
cuando todos sentimos que este mundo ya ha vivido bastante.
Pasan delante de mi puerta dos novios que se ríen
y su risa va dejando en el aire un olor misterioso
y ese olor me recuerda los veranos en que yo me reía
cada vez que mi novia aseguraba que éramos eternos.
Vuelven las olas a la playa con impulso creciente
y se van con más prisa que nunca a donde no se sabe;
brilla la espuma temblorosa del sol del mediodía
cuando todos sentimos que es muy tarde y la playa está
/oscura.
Y no sé por qué todos no lloran en esta hora tan triste
y me asombro de ver tantos rostros mirando con ansia el futuro
y me asombra que todos, tal vez, no sintamos lo mismo.
Me pregunto si todos acaso no cargamos el peso del tiempo,
si es posible que mientras morimos aún broten con ansia
/semillas,
y rosas, mujeres, amores y olas aún sigan naciendo.