Letrilla vi
¡Qué travesura!
Riyéndose aleve
Dafne prometió
abrirme su choza
anoche a las dos.
Saltando de gozo
mas no sin pavor,
ansioso aguardaba
gustar tal favor.
Al fin mi amadilla
con turbada voz
me dice que llegue
llena de pudor:
al umbral entonces
acudo veloz,
tropiezo y me caigo
con ronco fragor:
el padre despierta,
clama por su honor,
me fugo medroso...
¡Qué susto me dio!
¡Qué travesura!
Riyéndose aleve
Dafne prometió
abrirme su choza
anoche a las dos.
Saltando de gozo
mas no sin pavor,
ansioso aguardaba
gustar tal favor.
Al fin mi amadilla
con turbada voz
me dice que llegue
llena de pudor:
al umbral entonces
acudo veloz,
tropiezo y me caigo
con ronco fragor:
el padre despierta,
clama por su honor,
me fugo medroso...
¡Qué susto me dio!