Letrilla iii
El árbol
Ayer mi Pastora
subió a este manzano
a coger la fruta
de sus verdes ramos;
Mas yo que la huía
celoso y picado,
oculto en la yerba
la estaba mirando:
llenó de las pomas
el lindo canasto,
y quiso contenta
bajarse del árbol;
mas como medrosa
(da risa el contarlo),
inquieta temía1
el dar tan gran salto;
entonces mostreme,
brindele mis brazos,
y bajó entre ellos
mi dueño adorado.
El árbol
Ayer mi Pastora
subió a este manzano
a coger la fruta
de sus verdes ramos;
Mas yo que la huía
celoso y picado,
oculto en la yerba
la estaba mirando:
llenó de las pomas
el lindo canasto,
y quiso contenta
bajarse del árbol;
mas como medrosa
(da risa el contarlo),
inquieta temía1
el dar tan gran salto;
entonces mostreme,
brindele mis brazos,
y bajó entre ellos
mi dueño adorado.