Regalo con sorpresa exterior
Quería darle
una sorpresa,
así que para su
cumpleaños le
regaló un seat
850, año 73.
Mi amiga estaba
entusiasmada y
como agradecimiento
sacó el carnet de
conducir y se
volvió dócil.
Ahora se
dejaba follar por
las mañanas,
justo al
amanecer, aunque
detestaba
esas erecciones
matutinas, y
los tipos de ese
calibre que
despiertan a
las chicas en
mitad de un
sueño.
Pero mi
amiga
-normal-
se hartó de
copular por
las mañanas
y devolvió
el Seat 850
del año 73.
Pero antes de
eso lavó el
coche, lo
dejó reluciente
y se lo puso en la
puerta,
en la mismísima
puerta, a
su dueño.
Desde entonces
mi amiga supo que
no habría más
erecciones
matutinas de
individuos
de ese
calibre, ni tampoco
más Seats
850, del año
73.
Quería darle
una sorpresa,
así que para su
cumpleaños le
regaló un seat
850, año 73.
Mi amiga estaba
entusiasmada y
como agradecimiento
sacó el carnet de
conducir y se
volvió dócil.
Ahora se
dejaba follar por
las mañanas,
justo al
amanecer, aunque
detestaba
esas erecciones
matutinas, y
los tipos de ese
calibre que
despiertan a
las chicas en
mitad de un
sueño.
Pero mi
amiga
-normal-
se hartó de
copular por
las mañanas
y devolvió
el Seat 850
del año 73.
Pero antes de
eso lavó el
coche, lo
dejó reluciente
y se lo puso en la
puerta,
en la mismísima
puerta, a
su dueño.
Desde entonces
mi amiga supo que
no habría más
erecciones
matutinas de
individuos
de ese
calibre, ni tampoco
más Seats
850, del año
73.