Poema de la búsqueda eterna
POEMA DE LA BÚSQUEDA ETERNA
Te busco en el silencio de mi piel,
qué hambrienta pide tus caricias idas,
en las lágrimas siempre contenidas,
cuando me pierdo en el recuerdo cruel.
Te he buscado en la boca del abismo,
donde el quebranto arroja sus pesares,
en las voces vacías y vulgares,
en los lugares llenos de mutismo.
En la tristeza que derrama el llanto,
en mi cuerpo tatuado de dolores,
te he buscado entre todos mis temores,
allí donde el olvido es desencanto.
Te he buscado sabiéndote perdida,
he vestido mi alma con tu esencia,
he implorado a los cielos tu presencia,
en noches de ansiedad enloquecida.
Te he buscado en mi lecho, aletargado,
viendo avanzar con lentitud las horas,
en esta soledad que tanto ignoras,
y en medio de mi angustia te he llamado.
Y he quedado en silencio derrotado,
entre las sombras de estos cuatro muros,
sumergido en mis sueños más oscuros,
a tu memoria eterna, abandonado.
En las alas de un beso te has marchado,
fue tu adiós una flecha que asesina,
y este dolor que nunca se termina,
en vida me ha dejado sepultado.
KIN MEJIA OSPINA
POEMA DE LA BÚSQUEDA ETERNA
Te busco en el silencio de mi piel,
qué hambrienta pide tus caricias idas,
en las lágrimas siempre contenidas,
cuando me pierdo en el recuerdo cruel.
Te he buscado en la boca del abismo,
donde el quebranto arroja sus pesares,
en las voces vacías y vulgares,
en los lugares llenos de mutismo.
En la tristeza que derrama el llanto,
en mi cuerpo tatuado de dolores,
te he buscado entre todos mis temores,
allí donde el olvido es desencanto.
Te he buscado sabiéndote perdida,
he vestido mi alma con tu esencia,
he implorado a los cielos tu presencia,
en noches de ansiedad enloquecida.
Te he buscado en mi lecho, aletargado,
viendo avanzar con lentitud las horas,
en esta soledad que tanto ignoras,
y en medio de mi angustia te he llamado.
Y he quedado en silencio derrotado,
entre las sombras de estos cuatro muros,
sumergido en mis sueños más oscuros,
a tu memoria eterna, abandonado.
En las alas de un beso te has marchado,
fue tu adiós una flecha que asesina,
y este dolor que nunca se termina,
en vida me ha dejado sepultado.
KIN MEJIA OSPINA