Ruinas de un cafÉ
Me acompañáis ahora ante esta puerta
deshecha, hojas con lluvia enternecida,
vientre de una pared, cal percibida
por una reja rosa, malva, muerta.
Yace mi juventud en la desierta
cueva. ¿Quién habla dentro? -"¡Vida! ¡vida!"-
se oye gritar. La mano que no olvida,
al ver su soledad se desconcierta.
Hay escombros con luna; son jazmines
que le roban su luz a los jardines
y traen el cuello aquél, aquella frente.
Aquí estuvo el amor; otra vez puro,
- "¡Vida! ¡vida !"-, dirá desde lo oscuro,
y otra vez matará al adolescente.
Me acompañáis ahora ante esta puerta
deshecha, hojas con lluvia enternecida,
vientre de una pared, cal percibida
por una reja rosa, malva, muerta.
Yace mi juventud en la desierta
cueva. ¿Quién habla dentro? -"¡Vida! ¡vida!"-
se oye gritar. La mano que no olvida,
al ver su soledad se desconcierta.
Hay escombros con luna; son jazmines
que le roban su luz a los jardines
y traen el cuello aquél, aquella frente.
Aquí estuvo el amor; otra vez puro,
- "¡Vida! ¡vida !"-, dirá desde lo oscuro,
y otra vez matará al adolescente.