Al asomar del sol por el oriente
Al assomar del Sol por el Oriente
de oro su frente y de cristal ornada,
al pie de vn verde mirto, que colgada
tiene vna lyra inútil aún ausente,
Tirsis rompió el silencio, la doliente
voz desligando al alma encadenada
de los rebueltos Áspides, que atada
tienen la fuerça de su pecho ardiente.
Cielo, dize, si es fuerça que yo muera,
como a muchos han muerto sus intentos
atreuidos, sin nombre y engañados,
vn ho[m]bre triste soy como qualquiera;
pero los de tan altos pensamientos
siempre han sido del cielo derribados.
Al assomar del Sol por el Oriente
de oro su frente y de cristal ornada,
al pie de vn verde mirto, que colgada
tiene vna lyra inútil aún ausente,
Tirsis rompió el silencio, la doliente
voz desligando al alma encadenada
de los rebueltos Áspides, que atada
tienen la fuerça de su pecho ardiente.
Cielo, dize, si es fuerça que yo muera,
como a muchos han muerto sus intentos
atreuidos, sin nombre y engañados,
vn ho[m]bre triste soy como qualquiera;
pero los de tan altos pensamientos
siempre han sido del cielo derribados.