A una dama
¡Qué buen caballero era,
Perdónele Dios, amén,
Dexando tal heredera!
Si antes de escribir muriera,
¡Oh, cómo muriera bien!
Su pensamiento fué vano,
Aunque sano
Si le terciara el estilo.
Válgale por codicilo,
Pues lo escribió de su mano.
Mas si acuerda de aceptar
Vuesamerced esta herencia,
Quiéroos, señora, avisar
Que no os podéis escusar
De pleito ni diferencia;
Porque el alma que os dió a vos
Es de Dios,
Si quisiere recibirla;
La fe no pudo partirla,
Pues no puede ser de dos.
¡Qué buen caballero era,
Perdónele Dios, amén,
Dexando tal heredera!
Si antes de escribir muriera,
¡Oh, cómo muriera bien!
Su pensamiento fué vano,
Aunque sano
Si le terciara el estilo.
Válgale por codicilo,
Pues lo escribió de su mano.
Mas si acuerda de aceptar
Vuesamerced esta herencia,
Quiéroos, señora, avisar
Que no os podéis escusar
De pleito ni diferencia;
Porque el alma que os dió a vos
Es de Dios,
Si quisiere recibirla;
La fe no pudo partirla,
Pues no puede ser de dos.