Controles migratorios multinacionales
Desde las gradas del desasociego el mundo es un trozo de vidrio molido para ahogar a los desahuciados,
un monitor libre de los impagables minutos para leer poesía en los textos electrónicos;
desde la grada del templo de Magdalena en Masaya la vida parece una broma mal remunerada;
parece un pedazo de sombrero inacabado,
un zapato en la nariz plástica de la modelo implantada para las revistas mundializadas,
y el coffe macker compite con los cocineros y las ficciones del salario,
mientras un no poderme colocar los anteojos impone la ceguera de las pesquisas en los ofensivos retenes,
en que la esperanza muestra tarjeta de desplazado por las fronteras del mundo
donde primero es terrorista quien tiene estatus de pobre.
Desde las gradas del desasociego el mundo es un trozo de vidrio molido para ahogar a los desahuciados,
un monitor libre de los impagables minutos para leer poesía en los textos electrónicos;
desde la grada del templo de Magdalena en Masaya la vida parece una broma mal remunerada;
parece un pedazo de sombrero inacabado,
un zapato en la nariz plástica de la modelo implantada para las revistas mundializadas,
y el coffe macker compite con los cocineros y las ficciones del salario,
mientras un no poderme colocar los anteojos impone la ceguera de las pesquisas en los ofensivos retenes,
en que la esperanza muestra tarjeta de desplazado por las fronteras del mundo
donde primero es terrorista quien tiene estatus de pobre.