Canción de amor que por olvido siempre se recuerda
Canción de amor que por olvido siempre se recuerda
El pasado y su sombra errante andan conmigo: juntura,
amorío de los huesos abuelos, amistad hermética de los genes,
la espléndida cuna del alba; y abre calcinaciones la ventana si me atrapa el aire o recoge,
con luz de oración y luna, pelambres de gatos que lanzan al cielo
aullidos de demonios para que se pueble de rayos el mundo y el insomnio.
Me empuja el miedo a ser otro, a la amenaza que se sufre al no recordar
de qué naturaleza fueron la resurrección y el recuerdo con arroyos en la memoria,
y los torrentes sufribles que precipitan el invierno;
baja del cielo mi fe por el humo de los cocineros,
por el incienso alegre de los padrenuestros, por la almohada y un sueño de viejos párvulos,
tras la multitud del relámpago que enciende los candiles para ver la plenitud de un cuerpo desnudo a media noche,
y oír la canción de amor que por olvido siempre se recuerda.
Canción de amor que por olvido siempre se recuerda
El pasado y su sombra errante andan conmigo: juntura,
amorío de los huesos abuelos, amistad hermética de los genes,
la espléndida cuna del alba; y abre calcinaciones la ventana si me atrapa el aire o recoge,
con luz de oración y luna, pelambres de gatos que lanzan al cielo
aullidos de demonios para que se pueble de rayos el mundo y el insomnio.
Me empuja el miedo a ser otro, a la amenaza que se sufre al no recordar
de qué naturaleza fueron la resurrección y el recuerdo con arroyos en la memoria,
y los torrentes sufribles que precipitan el invierno;
baja del cielo mi fe por el humo de los cocineros,
por el incienso alegre de los padrenuestros, por la almohada y un sueño de viejos párvulos,
tras la multitud del relámpago que enciende los candiles para ver la plenitud de un cuerpo desnudo a media noche,
y oír la canción de amor que por olvido siempre se recuerda.