Dios
El Dios del presidente Bush no es mi dios.
La Biblia de los devotos siervos del Pentágono
no significa nada para mí.
El cristianismo, como bazuca, es sólo una bengala
contra los muros del cielo.
La poesía es el arma de los justos
y la palabra el rostro único de la justicia.
Nada que no haya mirado antes el ojo de mi Dios
o sufrido la carne bendita de mi prójimo.
El Dios del presidente Bush no es mi dios.
La Biblia de los devotos siervos del Pentágono
no significa nada para mí.
El cristianismo, como bazuca, es sólo una bengala
contra los muros del cielo.
La poesía es el arma de los justos
y la palabra el rostro único de la justicia.
Nada que no haya mirado antes el ojo de mi Dios
o sufrido la carne bendita de mi prójimo.