Ii
Nada me duele tanto en estos días
Como esto de no salir a recibir la lluvia
Cuando toca mi puerta con su túnica
De frescura marina.
Nada me duele tanto como el alma
Que anda un tanto de prisa
En estos días
Arreglándolo todo para un viaje imprevisto.
Nada me duele tanto en estos días
Como esto de no salir a recibir la lluvia
Cuando toca mi puerta con su túnica
De frescura marina.
Nada me duele tanto como el alma
Que anda un tanto de prisa
En estos días
Arreglándolo todo para un viaje imprevisto.