Xlv (lo callado del silencio)
“sólo en la muerte no somos extranjeros”
Eugenio de Andrade
Despido los días
que ojean hacia el tanteo
del largo quejido pegado al suelo
y sí algo queda
es recorrerlo a bordo de su puro llanto
entre los tres silencios
que me persiguen
alejando
- sólo el sonido -
perdido en rostros y con permiso
- Cementerio -
cuelgo de tu espalda este racimo de tardes
que se ocultan en tus aguas
temblando
ropaje de cambio de mi solo cansancio
muriéndose
nuestro
cumplido árbol
“sólo en la muerte no somos extranjeros”
Eugenio de Andrade
Despido los días
que ojean hacia el tanteo
del largo quejido pegado al suelo
y sí algo queda
es recorrerlo a bordo de su puro llanto
entre los tres silencios
que me persiguen
alejando
- sólo el sonido -
perdido en rostros y con permiso
- Cementerio -
cuelgo de tu espalda este racimo de tardes
que se ocultan en tus aguas
temblando
ropaje de cambio de mi solo cansancio
muriéndose
nuestro
cumplido árbol