Mimnermo
El breve café, el amargo regusto
también -y luminoso-,
de un poema que alcanza el corazón
y lo deja un instante suspenso,
mientras se esparce sobre la tierra el sol.
Y como un eco que se rompe,
como un extraña e inmerecida dádiva,
esos versos lejanos, -de edad adormecida-,
me arrastran a través de su estela de siglos.
El breve café, el amargo regusto
también -y luminoso-,
de un poema que alcanza el corazón
y lo deja un instante suspenso,
mientras se esparce sobre la tierra el sol.
Y como un eco que se rompe,
como un extraña e inmerecida dádiva,
esos versos lejanos, -de edad adormecida-,
me arrastran a través de su estela de siglos.