SueÑos excÉntricos de viuda
La viuda se cansó de sus sueños excéntricos, de la lluvia de lava
recorriéndole las mejillas destapadas en lástima. La viuda fue a una
tienda de antigüedades y sin mediar negocio desabotonó el alto cuello de
su blusa poco ajada para el amor; hasta los botines de cuero pesado.
Permaneció desnuda hasta la siguiente galería humana, donde encontró un
traje que imaginó con el musgo del pesebre que se exponía. Se fue verde
y transparente a buscar la vida, que se le escapaba casi de entre sus
muñecas, seccionadas ya una vez al ras de otras heridas.
La soledad era negra y el amor un martillo gris que le golpeaba las
enaguas.
La viuda se cansó de sus sueños excéntricos, de la lluvia de lava
recorriéndole las mejillas destapadas en lástima. La viuda fue a una
tienda de antigüedades y sin mediar negocio desabotonó el alto cuello de
su blusa poco ajada para el amor; hasta los botines de cuero pesado.
Permaneció desnuda hasta la siguiente galería humana, donde encontró un
traje que imaginó con el musgo del pesebre que se exponía. Se fue verde
y transparente a buscar la vida, que se le escapaba casi de entre sus
muñecas, seccionadas ya una vez al ras de otras heridas.
La soledad era negra y el amor un martillo gris que le golpeaba las
enaguas.