Stella matutina
No te desciña el alba tu lindero
madrugado de noche,
porque en las horas pálidas
y en las nocturnas horas,
desnuda
para el extenso gozo
de mirarte,
navegaran tu cuerpo
asombradas luciérnagas.
El cálido universo
de tu mundo
-transgredido de sol
y errada lunaha
de ser
la promesa de luz
no fugitiva
que atraviese la sombra.
El amor no se aloje
difuminado y triste
en la penumbra,
porque se corre el riesgo
de que se vuelva opaco
y silencioso.
Aprende a estar
calladamente sola
y conduzcan a ti,
que en luz te otorgas,
las distintas estelas
de tu boca.
No te desciña el alba tu lindero
madrugado de noche,
porque en las horas pálidas
y en las nocturnas horas,
desnuda
para el extenso gozo
de mirarte,
navegaran tu cuerpo
asombradas luciérnagas.
El cálido universo
de tu mundo
-transgredido de sol
y errada lunaha
de ser
la promesa de luz
no fugitiva
que atraviese la sombra.
El amor no se aloje
difuminado y triste
en la penumbra,
porque se corre el riesgo
de que se vuelva opaco
y silencioso.
Aprende a estar
calladamente sola
y conduzcan a ti,
que en luz te otorgas,
las distintas estelas
de tu boca.