Esta mujer...
Con el anacronismo de una diosa
y con un Siglo XX en la mirada,
esta mujer modernizó mi canto
y sembró mis orillas de esmeraldas.
Hay en esta mujer heridas notas
de un piano y un violín que se entrelazan
porque una mezcla musical se rompe
en el gorjeo de su risa blanca.
Esta mujer me neutraliza el cielo
al pintar las estrellas que me faltan,
y con sus filantrópicas caricias
le pone un marcapasos a mi alma.
Esta mujer me puebla de horizontes
en un amanecer de viento y alas,
y el aguijón tirano de su estímulo
anula mis perezas cotidianas.
Esta mujer es la presencia firme
de mi Dios, de mi estro y de mi patria.
Vitalidad vital para el poeta.
Esta mujer me ama.
Con el anacronismo de una diosa
y con un Siglo XX en la mirada,
esta mujer modernizó mi canto
y sembró mis orillas de esmeraldas.
Hay en esta mujer heridas notas
de un piano y un violín que se entrelazan
porque una mezcla musical se rompe
en el gorjeo de su risa blanca.
Esta mujer me neutraliza el cielo
al pintar las estrellas que me faltan,
y con sus filantrópicas caricias
le pone un marcapasos a mi alma.
Esta mujer me puebla de horizontes
en un amanecer de viento y alas,
y el aguijón tirano de su estímulo
anula mis perezas cotidianas.
Esta mujer es la presencia firme
de mi Dios, de mi estro y de mi patria.
Vitalidad vital para el poeta.
Esta mujer me ama.