Bolívar
Fue decisión de fuego en Aventino.
Fue mayor que los Andes su estatura.
Fue rúbrica en San Pedro Alejandrino
y fue cóndor humano en Angostura.
Pero además de ser fulgor y empeño,
este hombre de Junín y de Ayacucho,
usó un romántico jaez quiteño
porque amó a la mujer -y amaba mucho-.
Y se asomó al balcón doña Manuela.
Sus ojos descubrieron en Simón
al épico jinete de novela.
El héroe alzó la vista hacia el balcón...
Y queriendo subir, clavó la espuela
en los ijares de su corazón.
Fue decisión de fuego en Aventino.
Fue mayor que los Andes su estatura.
Fue rúbrica en San Pedro Alejandrino
y fue cóndor humano en Angostura.
Pero además de ser fulgor y empeño,
este hombre de Junín y de Ayacucho,
usó un romántico jaez quiteño
porque amó a la mujer -y amaba mucho-.
Y se asomó al balcón doña Manuela.
Sus ojos descubrieron en Simón
al épico jinete de novela.
El héroe alzó la vista hacia el balcón...
Y queriendo subir, clavó la espuela
en los ijares de su corazón.