Tú eres
A mi esposa
Tú eres mujer, tan parte de mi vida
que eres mi propia vida rescatada
del dolor y esa antigua y desolada
sensación de distancia, al fin vencida.
Tú eres la espuela que me llama al brío
y a la vez el panal de la dulzura
que me cura del tedio y que me cura
con saber que lo tuyo se ha hecho mío.
Es tan fuerte esta unión y tan perfecta
que cada parte tuya se ha hecho parte
de mi propia existencia y ya no hay dos.
Una idéntica fuerza nos proyecta
y el privilegio de poder amarte
me confirma la fe que tengo en Dios.
A mi esposa
Tú eres mujer, tan parte de mi vida
que eres mi propia vida rescatada
del dolor y esa antigua y desolada
sensación de distancia, al fin vencida.
Tú eres la espuela que me llama al brío
y a la vez el panal de la dulzura
que me cura del tedio y que me cura
con saber que lo tuyo se ha hecho mío.
Es tan fuerte esta unión y tan perfecta
que cada parte tuya se ha hecho parte
de mi propia existencia y ya no hay dos.
Una idéntica fuerza nos proyecta
y el privilegio de poder amarte
me confirma la fe que tengo en Dios.