Poesía
La poesía es todo un sacramento
que se recibe en soledad madura,
es a un tiempo camino y atadura,
sublime comunión y descontento.
Es casi un metafísico zarpazo
que contamina de melancolía,
transforma la palabra en melodía,
y encadena al dolor con un abrazo.
Es susurro de Dios que en gesto franco
revela laberintos interiores
que ensayan con la muerte y con la vida
y la agonía sobre un mundo blanco
donde con llanto se rocían flores
que habrán de perfumar el alma herida.
La poesía es todo un sacramento
que se recibe en soledad madura,
es a un tiempo camino y atadura,
sublime comunión y descontento.
Es casi un metafísico zarpazo
que contamina de melancolía,
transforma la palabra en melodía,
y encadena al dolor con un abrazo.
Es susurro de Dios que en gesto franco
revela laberintos interiores
que ensayan con la muerte y con la vida
y la agonía sobre un mundo blanco
donde con llanto se rocían flores
que habrán de perfumar el alma herida.